La reconocida artista María del Monte se ha convertido en una embajadora cultural y gastronómica de su amada tierra andaluza. En un reciente programa televisivo, la cantante compartió sus emociones al recibir el premio Medalla de Andalucía de las Artes, destacando su orgullo por ser una sevillana con raíces profundas en Andalucía. Sin embargo, su amor no solo abarca esta región; también reveló su fascinación por Galicia, donde ha encontrado grandes similitudes culturales con su propio origen. Su aprecio por la cocina gallega y su habilidad para preparar platos tradicionales, como los calamares rellenos, demuestra cómo la gastronomía conecta su identidad personal con su carrera artística.
Más allá de su éxito musical, María del Monte ha demostrado ser una persona profundamente arraigada a sus orígenes. Nacida en Sevilla, la intérprete lleva consigo un gran cariño hacia Andalucía, que fue oficialmente reconocido cuando recibió la Medalla de Andalucía de las Artes el 28 de febrero. Durante su aparición en "El Hormiguero", la artista declaró que este honor significa mucho para ella debido a su vínculo inseparable con su tierra natal. Aunque claramente enamorada de Andalucía, María también expresó un afecto especial hacia Galicia. En entrevistas previas, mencionó que si no viviera en Sevilla, optaría por radicarse en esta región española, citando la cercanía entre ambas culturas y su experiencia positiva cada vez que visita Galicia.
Su admiración por la cultura gallega incluye tanto las personas como su rica oferta culinaria. Según María, los gallegos poseen cualidades humanas notables, como la franqueza y generosidad, lo cual refuerza los lazos entre ambas comunidades históricamente marcadas por migraciones. Respecto a la comida, la cantante confesó su debilidad por productos frescos locales, especialmente mariscos como mejillones y zamburiñas. Incluso disfruta visitando mercados para comprar directamente estos ingredientes antes de degustarlos preparados al instante.
A pesar de no considerarse una chef profesional, María tiene fama entre sus amigos por dominar algunos platillos tradicionales, incluidos los arroces y los icónicos calamares rellenos. Participó brevemente en MasterChef Celebrity pero decidió retirarse tras sentirse incómoda bajo la presión competitiva, priorizando siempre su bienestar personal frente a cualquier desafío externo.
En conclusión, la vida de María del Monte es un testimonio vivo del impacto que nuestras raíces pueden tener sobre nuestra percepción del mundo. Desde su devoción por Andalucía hasta su conexión con Galicia, cada aspecto de su existencia está teñido por experiencias auténticas compartidas mediante música y gastronomía. Este equilibrio entre tradición y modernidad la convierte en una figura única dentro del panorama cultural español contemporáneo.