En un giro significativo de su política exterior, el gobierno alemán ha optado por suspender la venta de armamento a Israel, específicamente aquel que pudiera ser utilizado en la Franja de Gaza. Esta determinación, comunicada por el canciller Friedrich Merz, obedece a las preocupaciones crecientes sobre la escalada del conflicto y la situación humanitaria en la región, especialmente después de que Israel revelara sus intenciones de asumir el control de la ciudad de Gaza. Esta acción de Berlín refleja la presión internacional y las inquietudes sobre el impacto en la población civil, marcando un endurecimiento en la postura alemana, que previamente había mantenido una política más flexible respecto a las exportaciones militares a Israel.
La decisión alemana fue anunciada por el canciller Friedrich Merz, quien manifestó que la situación actual en la Franja de Gaza, particularmente el plan israelí para tomar control de la ciudad, hacía \"cada vez más difícil de entender\" cómo estas operaciones militares contribuirían a objetivos legítimos. Merz declaró inequívocamente que, bajo estas circunstancias, el gobierno alemán no autorizará nuevas exportaciones de equipos militares susceptibles de ser usados en la Franja de Gaza. Aunque Merz reconoció el derecho de Israel a la autodefensa frente al terrorismo, enfatizó su \"profunda preocupación\" por la adversidad que padece la población civil en Gaza.
El canciller conservador resaltó la necesidad de que Israel permita un acceso irrestricto a la ayuda humanitaria, facilitando la labor de las organizaciones de la ONU y otras entidades no gubernamentales. Además, instó a Israel a mejorar la situación humanitaria de manera sostenible. Merz también dirigió un llamado \"urgente\" al gobierno israelí para que se abstenga de cualquier acción que conduzca a una anexión de Cisjordania. Esta postura alemana llega en un momento crítico, ya que el gabinete de seguridad israelí había aprobado recientemente un plan para la toma de Ciudad de Gaza y el desplazamiento de su población hacia el sur, una medida que ha generado amplio rechazo internacional.
Históricamente, el gobierno alemán anterior, bajo el liderazgo del socialdemócrata Olaf Scholz, había implementado una suspensión informal de las exportaciones de armamento a Israel por varios meses, aunque sin confirmación pública. Las ventas se reanudaron en otoño de 2024. Desde que Merz asumió el poder en mayo de este año, ha enfrentado una presión constante, tanto a nivel nacional como internacional, para adoptar una postura más rigurosa con respecto a Israel. Aunque inicialmente descartó sanciones, su retórica se ha endurecido en las últimas semanas, indicando la posibilidad de tomar medidas si Israel no responde a los esfuerzos diplomáticos del grupo E3, conformado por Alemania, Francia y el Reino Unido.
La suspensión de exportaciones militares por parte de Alemania a Israel subraya una creciente aprensión internacional sobre la devastación humanitaria en Gaza. Esta medida busca fomentar una resolución más pacífica y garantizar la protección de los civiles, reflejando un cambio significativo en las relaciones diplomáticas y la política de defensa alemana frente al conflicto en Oriente Próximo.