En respuesta a una controversia que ha captado la atención nacional, la alcaldesa de Jumilla, Seve González, ha declarado que su administración explorará alternativas en espacios municipales para las celebraciones de la comunidad islámica. Esta declaración surge después de la aprobación de una moción, respaldada por Vox, que impedía el uso de instalaciones deportivas para actividades no atléticas, lo que generó acusaciones de discriminación religiosa. González ha insistido en que la intención de su gobierno no era vetar a ninguna comunidad por sus creencias, sino regular estrictamente el propósito de los recintos deportivos, buscando que estos se mantengan fieles a su función original.
\nLa edil popular ha defendido que la medida se centraba únicamente en la normativa de uso de las infraestructuras deportivas, y no en una exclusión basada en la fe. Argumenta que la iniciativa original de Vox, la cual consideraba inconstitucional, fue modificada para evitar cualquier prohibición explícita. Paralelamente, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha censurado enérgicamente la postura inicial, calificándola de 'bochornosa' a nivel internacional y ha prometido que el Gobierno estará vigilante para asegurar el cumplimiento de la Constitución, exhortando a la alcaldesa a rectificar su postura.
\nLa situación en Jumilla subraya la importancia del diálogo y la búsqueda de soluciones inclusivas que garanticen la coexistencia pacífica y el respeto a la diversidad cultural y religiosa. Este episodio nos recuerda que el camino hacia una sociedad justa y armoniosa requiere de la escucha activa, la comprensión mutua y la voluntad política para superar los prejuicios, promoviendo así la unidad y el bienestar de todos los ciudadanos.