La evolución de una técnica culinaria ancestral ha llevado a un ingrediente tan peculiar como el pastrami a conquistar paladares en toda España. En Barcelona, Buster Turner y Carla Rodamilans transformaron su terraza en un laboratorio donde experimentaban con técnicas ancestrales de ahumado, dando origen hace más de una década al proyecto Rooftop Smokehouse. Desde entonces, este dúo ha elevado la cocina del humo a nuevas alturas, ofreciendo creaciones únicas como mantequillas especiadas, truchas ahumadas y el famoso pastrami, que hoy se distribuye tanto a consumidores finales como a profesionales del sector.

El pastrami no solo es una pieza clave en la gastronomía contemporánea española, sino también un puente hacia tradiciones lejanas. En Madrid, David Bibi Katz, un exingeniero de origen israelí, ha recreado esta especialidad con pasión heredada de sus ancestros judíos europeos. Su restaurante en El Viso rinde homenaje a sabores icónicos de la Costa Este estadounidense, utilizando métodos artesanales que preservan la autenticidad del producto. La clave está en el equilibrio entre humo natural y materias primas excepcionales, asegurando una textura jugosa y un sabor intenso que supera las versiones industriales.

El renacimiento del pastrami en España refleja cómo los sabores tradicionales pueden inspirar innovación sin perder su esencia. Más allá del bocadillo clásico, propuestas gourmet como Bikini Bar o Tribeca Bistró reinterpretan este ingrediente con toques modernos, mientras que establecimientos como Paradiso en Barcelona lo integran en menús sofisticados. Esta fusión de técnicas antiguas y visiones creativas demuestra que la cocina tiene el poder de conectar culturas y épocas, celebrando siempre la calidad y el arte culinario.