Eyal Zamir, una figura militar de gran envergadura, fue el encargado de conceptualizar los recientes planes para la intervencin y posterior ocupacin de la Franja de Gaza. Su ascenso al liderazgo del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, hace apenas cuatro meses, parec■a cimentarse en la congruencia de sus ideas con la visin del primer ministro, Benjamin Netanyahu. Esta visin contemplaba una invasin completa de Gaza y la desarticulacin del control civil de Ham£s en la regin, una estrategia que ha sido comparada con los intentos fallidos de Estados Unidos en Vietnam de aislar a la guerrilla de la poblacin civil.
Pese a su papel inicial, el General Zamir ha manifestado pblicamente sus recelos, aludiendo a un "riesgo de Vietnam" para la administracin de Netanyahu. Fuentes cercanas indican que Zamir ha descrito el ingreso a Gaza como "caer en un agujero negro". Sus inquietudes principales se centran en el destino de los rehenes y en la sostenibilidad del esfuerzo b←lico, incluyendo el agotamiento de las fuerzas militares y el desgaste del equipo. Estas declaraciones ponen de manifiesto una creciente fisura entre el liderazgo militar y pol■tico de Israel.
Una ocupacin integral de Gaza exige la movilizacin de un contingente considerable, entre 40.000 y 60.000 efectivos israel■es. La dependencia de los reservistas se hace indispensable, ya que el personal profesional y los reclutas recientes resultan insuficientes. La duracin actual del conflicto ya marca un precedente histrico para Israel. En este contexto, la creciente reticencia de algunos reservistas, que ya han cumplido mltiples per■odos de servicio, subraya el desaf■o de mantener la moral y la operatividad de las tropas.
El General Zamir enfatiz que "la cultura de la disidencia es parte integral de la historia del pueblo israel■ y representa un elemento fundamental en la cultura organizativa de las Fuerzas de Defensa de Israel". Esta fue su primera intervencin pblica tras varias jornadas de rumores sobre sus desencuentros con la esfera pol■tica. Incluso, el hijo del primer ministro, Yair Netanyahu, lleg a especular sobre un posible "golpe militar" debido a la aparente falta de entusiasmo de los oficiales por acatar los planes de su padre.
"Seguiremos expresando nuestra postura con valent■a, objetividad, independencia y profesionalismo. No nos preocupan las teor■as, sino las vidas humanas y la defensa del Estado. Slo su bienestar y seguridad est£n ante nuestros ojos", afirm Zamir con aplomo en el foro del Estado Mayor. Su intervencin, desprovista de controversias directas pero cargada de firmeza, reafirm su compromiso inquebrantable con el pa■s, declarando: "Estoy aqu■ para servir a mi pa■s como soldado".
El ncleo del debate interno en la direccin israel■ persiste: Es preferible negociar con Ham£s para asegurar la liberacin de los rehenes, o es imperativo erradicar al grupo terrorista, incluso a riesgo de las vidas de los cautivos? La exigencia de Ham£s de un cese total de hostilidades y la retirada israel■ de Gaza ha sido rechazada por Benjamin Netanyahu, quien desde el inicio ha proclamado la "destruccin" del grupo terrorista como un objetivo innegociable de su gobierno.
Los analistas estrat←gicos israel■es tambi←n ponderan el concepto £rabe de sumud (resiliencia), considerado una virtud casi sagrada entre los palestinos. Se argumenta que si Ham£s lograra sobrevivir, incluso en una Gaza devastada, su sumud se ver■a reforzado, y paradjicamente, su prestigio podr■a aumentar. Despu←s de la devastacin y las numerosas p←rdidas en Gaza, la percepcin de apoyo a Ham£s podr■a incrementarse. La estrategia israel■ se basa en la conviccin de que al desmantelar a Ham£s, se evitar£ el surgimiento de nuevas oposiciones a este nivel. Sin embargo, la historia demuestra que la erradicacin total de movimientos enraizados es una tarea formidable, plagada de complejidades y consecuencias imprevistas.