Para cocinar huevos duros perfectos, necesitamos huevos, agua, sal y vinagre. El tiempo de cocción varía según el punto deseado de la yema, generalmente entre 10 y 12 minutos. Colocamos agua en un recipiente y la llevamos a hervir. Puedemos agregar un chorrito de vinagre para evitar que la yema se separe de la clara. Cuando la agua empieza a hervir, metemos los huevos con cuidado para no romper la cáscara. Después, dejamos cocinar durante 11 minutos para obtener una yema perfectamente cocida. Finalmente, ponemos los huevos en agua fría para cortar la cocción.
Existen diferentes tipos de huevos cocidos, cada uno con sus propias características. Los huevos duros son los clásicos y se cocinan en 12 minutos. Los huevos pasados por agua se hierven sin la cáscara en unos 3-4 minutos y son perfectos para encima de una tosta. Los huevos escalfados se cocinan en papel film durante 4 o 5 minutos. Los huevos cocotte se hacen en una cazuelita con nata y se hornean a 180º durante 6-8 minutos. Y el huevo mollet se cocina durante unos 6 minutos para obtener una clara cuajada y una yema líquida.
Para pelar huevos duros, damos unos golpecitos sobre una tabla y presionamos para que se quiebre la cáscara. Luego, retiramos poco a poco la cáscara del huevo. También podemos usar una cuchara para dar golpes en la cáscara hasta que se casque y facilitar la pelación.
Los huevos duros son muy versátiles en la cocina. Puedes usarlos en ensaladillas, rellenarlos de atún o usarlos como guarnición en platos como el pollo en pepitoria. También puedes hacer una tortilla francesa o huevos revueltos con tus ingredientes favoritos.