Los hechos se remontan a varios años, entre 2015 y 2021. Durante este período, el enfermero, de 48 años, presuntamente generó centenares de recetas electrónicas fraudulentas. Se cree que hizo esto con la intención de obtener 450 medicamentos con un valor de 3.567 euros. La mayoría de estos medicamentos eran psicotrópicos y analgésicos, que requieren receta médica.
El enfermero había sido intervenido en 2010 por una hernia discal y se había vuelto adicto a medicamentos analgésicos, antiinflamatorios y miorrelajantes. Según la Fiscalía, esto podría haber afectado ligeramente sus facultades volitivas al cometer estos hechos.
Además del enfermero, una mujer también se sentará en el banquillo de los acusados. El acusado presuntamente expidió a esta mujer tantas recetas por un valor de 623 euros en medicamentos, diciéndose que se las consumirían entre ambos.
La Fiscalía considera que estos hechos constituyen un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por un funcionario público en concurso con un delito de fraude de prestaciones sanitarias también cometido por un funcionario público. Además de la pena de prisión, se solicita que sean condenados al pago de una multa de 2.700 euros y a una inhabilitación especial durante tres años para el ejercicio de su profesión.