Es un secreto a voces que la Reina Letizia cuida hasta el extremo su alimentación. Come, pero come bien. Nada de dietas de adelgazamiento ni ayunos; en cambio, es fan de la dieta Perricone combinada con la Mediterránea. Ella personalmente supervisa los menús para que sean lo más sanos y equilibrados posible. Esto se aplicó también en el caso de la Escuela Naval de Marín, donde se prepararon para la llegada de la princesa Leonor desde el principio. Y en el colegio o instituto de Gales, UWC Atlantic College, donde estudió la princesa y donde ahora se encuentra la infanta Sofía.
Esta atención a la alimentación no es solo una costumbre; es una manera de cuidar la salud y el bienestar de todos. La Reina sabe que un buen menú es esencial para una vida saludable y activa.
Aparte de la dieta Perricone, enfocada en alimentos antiinflamatorios, ricos en nutrientes y el aumento del consumo de alimentos ricos en proteína y antioxidantes, no conocíamos muchas recetas que le gustaban. Hasta que durante la XXII edición de los Premios Internacionales del diario El Mundo, Emilia Landaluce le regaló el libro ‘Comerse Madrid’ (Espasa).
Este regalo dio pie a una conversación interesante. La columnista del diario compartió en sus redes sociales que la Reina Letizia aprovechaba para desmentir que fuera vegana y confirmar lo que más le gustaba: mollejas y torreznos. La Reina explicaba que lo que mejor sabe hacer es el cocido, uno de los guisos tradicionales más eficaces contra el frío.
La cocina es una parte fundamental de la vida diaria de la Reina Letizia. Conocer nuevos lugares para comer y nuevas recetas es algo que le gusta. El regalo de ‘Comerse Madrid’ le abrió nuevas perspectivas y le permitió explorar diferentes sabores.
Además de las mollejas y torreznos, la Reina seguramente tiene otras preferencias culinarias. Su interés por la cocina se refleja en su estilo de vida y en su atención a la alimentación de su familia. Es un ejemplo de cómo una buena dieta puede combinar sabiduría culinaria con salud.