En un momento de alta tensión política en España, las declaraciones del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, han resonado con fuerza, especialmente tras la imputación de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE. Page ha enfatizado que aquellos que contribuyeron decisivamente a la carrera de Cerdán no pueden ahora eludir su responsabilidad pretendiendo ser víctimas. Este pronunciamiento subraya la necesidad de asumir las consecuencias de las decisiones y alianzas políticas, en un contexto donde la lucha contra la corrupción y la transparencia son más cruciales que nunca para la integridad de las instituciones.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha emitido una advertencia clara, que muchos interpretan como una crítica directa a Pedro Sánchez. Su declaración surge en un momento delicado, coincidiendo con la comparecencia de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, ante el Tribunal Supremo, donde es investigado por cargos graves como pertenencia a organización criminal y cohecho. Page enfatizó que quienes tuvieron un papel determinante en la trayectoria política de Cerdán no pueden ahora presentarse como meras víctimas de la situación, sugiriendo una implicación o conocimiento previo que desvirtuaría cualquier intento de desvinculación.
La postura de Page se hizo pública durante un evento en Cabanillas del Campo, Guadalajara, donde participó en la inauguración de una empresa. Su mensaje es particularmente significativo dado el contexto judicial, con la Fiscalía Anticorrupción solicitando prisión provisional sin fianza para Cerdán, implicado en una presunta red de cobro de comisiones ilegales a cambio de contratos de obra pública. Al señalar que el 'victimismo' es directamente proporcional a la 'debilidad', Page no solo cuestiona la narrativa de desapego de ciertos actores, sino que también insta a la fortaleza y la asunción de responsabilidades dentro del ámbito político, reforzando la idea de que la verdadera autoridad reside en la coherencia y la firmeza, no en la evasión.
El caso de Santos Cerdán, que ha llevado a la Fiscalía a solicitar su prisión sin fianza por su supuesta participación en una trama de corrupción, no solo tiene ramificaciones judiciales sino también profundas implicaciones políticas. La advertencia de Emiliano García-Page de que "no pueden hacerse pasar por víctimas de Santos Cerdán" quienes fueron "determinantes en su trayectoria" resalta la necesidad de una rendición de cuentas interna en el Partido Socialista Obrero Español. Este llamado a la responsabilidad se dirige a aquellos líderes cuya influencia fue crucial en el ascenso y mantenimiento de Cerdán en posiciones de poder, sugiriendo que la actual crisis es, en parte, el resultado de decisiones políticas previas.
El comentario de Page sobre el "victimismo permanente" como un signo de "debilidad permanente" es una clara reprobación a cualquier intento de eludir la culpa o la responsabilidad política en relación con el escándalo de corrupción. En un momento en que la percepción pública de la transparencia y la ética en la política es fundamental, el presidente de Castilla-La Mancha subraya que la fortaleza se construye asumiendo las consecuencias de los actos y las decisiones, y no refugiándose en excusas. Este enfoque contrasta con lo que Page percibe como una estrategia de victimización, instando a una reflexión profunda sobre la gobernanza interna y la responsabilidad colectiva dentro del PSOE, lo cual podría tener un impacto significativo en la confianza de los ciudadanos y en el panorama político español en general.