En un reciente intercambio telefónico, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, transmitió su inquebrantable apoyo a Volodímir Zelenski, su homólogo ucraniano. Esta comunicación se produce en un momento crucial, previo al esperado encuentro entre Donald Trump y Vladímir Putin, donde se abordará el futuro del conflicto en Europa. Sánchez subrayó la importancia de alcanzar una solución pacífica que salvaguarde la autonomía y el control territorial de Ucrania, consolidando la máxima: “Nada sobre Ucrania sin Ucrania”.

La posición conjunta de Kiev y Madrid se articula en un firme rechazo a cualquier tipo de negociación o acuerdo que no contemple la voz y el consentimiento de Ucrania, especialmente en lo referente a posibles reconfiguraciones fronterizas. El propio Zelenski ha reiterado que cualquier resolución tomada sin la participación de su nación sería considerada nula, descartando de antemano cualquier cesión territorial que beneficie a los invasores. Esta postura subraya la determinación de Ucrania de no comprometer su integridad territorial bajo ninguna circunstancia.

El respaldo de España a Ucrania se ha manifestado de manera constante a lo largo del conflicto. Pedro Sánchez ha visitado Ucrania en múltiples ocasiones desde el inicio de la invasión en 2022, la más reciente en febrero pasado, coincidiendo con el segundo aniversario del conflicto. En estas visitas, España ha reafirmado su solidaridad no solo a nivel político, sino también a través de significativos paquetes de ayuda militar, evidenciando un compromiso tangible con la defensa de la soberanía ucraniana.

Este episodio resalta la trascendencia de la colaboración internacional y la firmeza en los principios de soberanía y autodeterminación de las naciones. La diplomacia, cuando se ejerce con convicción y respeto mutuo, puede ser una poderosa herramienta para navegar en tiempos de crisis. Mantener una postura unida y coherente es fundamental para la construcción de un orden mundial basado en la justicia y el derecho internacional, donde la voz de cada nación sea escuchada y valorada en la búsqueda de una paz equitativa y duradera.