La tarde del encuentro veraniego entre el presidente Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI en el Palacio de Marivent estuvo marcada por un tema central: la situación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Pese a que el Tribunal Supremo había desestimado su recurso contra una posible imputación por filtración de información, Sánchez reiteró su apoyo incondicional a García Ortiz, enfatizando la creencia en su inocencia y el respaldo total del Ejecutivo.
A pesar de la inédita coyuntura de un fiscal general enfrentando un proceso judicial, el líder del Ejecutivo se mantuvo firme en su posición. Sánchez expresó públicamente su fe en la inocencia de García Ortiz, asegurando que cuenta con el apoyo irrestricto del Gobierno español. Esta declaración subraya la unidad del gabinete en torno a sus colaboradores, incluso frente a procesos legales.
Aprovechando la ocasión, el presidente Sánchez también abordó los rumores sobre posibles reestructuraciones en su gabinete. De forma categórica, desestimó cualquier especulación sobre una crisis de gobierno después del periodo estival, transmitiendo un mensaje de continuidad y estabilidad en la dirección del país.
Durante su reunión con el Rey, Sánchez detalló los principales puntos de discusión: la situación económica del país, la cohesión social y la política internacional. Destacó las proyecciones optimistas de crecimiento económico para España y el descenso de las cifras de desempleo, indicadores que invitan a la esperanza. Reconoció, no obstante, desafíos pendientes en cohesión social, como la pobreza infantil y el acceso a la vivienda.
En el ámbito internacional, el presidente informó al monarca sobre su reciente gira por Latinoamérica y dialogaron sobre el acuerdo comercial alcanzado entre la Unión Europea y Estados Unidos. Este intercambio resaltó la importancia de la política exterior y los lazos diplomáticos en la agenda del Gobierno.