Un joven talento del toreo se prepara para brillar en el corazón de España. Diego San Román, oriundo de México, ha construido una sólida reputación a lo largo de su carrera, destacándose tanto en Europa como en América Latina. Con un historial impresionante que incluye triunfos en prestigiosas plazas como Nimes, Pamplona y Valencia, este diestro ahora enfrenta uno de los desafíos más significativos de su trayectoria: confirmar su alternativa en Madrid. En esta ocasión, compartirá cartel con Curro Díaz y Román, presentando al público madrileño su estilo único, marcado por una técnica refinada y una entrega inquebrantable.
El viaje de Diego San Román hacia la cima del toreo comenzó hace años, cuando se formó en las escuelas taurinas de Sevilla y Madrid. Sus primeros éxitos llegaron pronto, con actuaciones memorables en diversos ruedos europeos. Sin embargo, fue en México donde dio un salto trascendental en diciembre de 2021, al recibir la alternativa bajo la tutela de Antonio Ferrera y con Morante de la Puebla como testigo. Desde entonces, ha consolidado su posición en su tierra natal, participando en ferias importantes como Guadalajara, Aguascalientes y Mérida.
Este domingo marca un hito crucial en su carrera. Con una corrida de Fuente Ymbro esperándolo, San Román está decidido a demostrar que ha evolucionado como artista sin perder el fervor que caracterizaba sus días como novillero. "El público de Madrid verá a un torero con más técnica pero la misma o mayor entrega", afirma con confianza. Este compromiso ha sido objeto de planificación meticulosa desde que se anunciaron los carteles de la Feria de San Isidro.
Su preparación refleja no solo su respeto por el evento, sino también su profundo entendimiento del arte del toreo. Reconoce que la bravura de la ganadería Fuente Ymbro es ideal para su estilo interpretativo, permitiéndole expresar plenamente su visión artística. Esta cita promete ser un momento histórico tanto para él como para los aficionados que ansían descubrir nuevos talentos en el mundo del toreo.
Diego San Román entra en Madrid no solo como un matador experimentado, sino también como un embajador de la pasión y la tradición que une ambos lados del Atlántico. Su presencia en la plaza más emblemática de España representa una oportunidad única para consolidarse en el panorama internacional y dejar una huella imborrable en el corazón de los amantes del toreo.