Un caso preocupante de manejo inadecuado de información clasificada ha salido a la luz, centrado en el secretario de Defensa Pete Hegseth. Según fuentes cercanas al asunto, Hegseth compartió detalles confidenciales sobre operaciones militares en Yemen en un chat cifrado que incluía a su círculo familiar y personal. Este incidente ha generado dudas sobre el criterio del funcionario en cuanto a la protección de datos sensibles y ha llevado a nuevas investigaciones sobre sus prácticas profesionales.
El 15 de marzo, el secretario reveló información detallada acerca de ataques programados contra los hutíes en Yemen dentro de un grupo privado de Signal. Este mensaje incluyó datos específicos sobre los horarios de vuelo de aviones F/A-18 Hornets destinados a estas misiones. Asombrosamente, uno de esos chats involucró accidentalmente al editor jefe de una importante revista estadounidense. Este error subraya la falta de precaución en la gestión de comunicaciones críticas.
Entre los destinatarios del chat se encontraban miembros cercanos del entorno personal de Hegseth, como su esposa Jennifer, quien tiene antecedentes en medios pero no está vinculada oficialmente al Departamento de Defensa. Su participación en viajes internacionales con el secretario ha sido objeto de críticas previas. También estaban Phil, hermano del secretario, y Tim Parlatore, su abogado personal, ambos empleados del Pentágono. Sin embargo, no queda claro por qué necesitaban tener acceso a dicha información militar.
Este episodio marca un nuevo capítulo en una serie de controversias que han puesto bajo escrutinio la administración y las decisiones de Hegseth. La revelación de estos chats adicionales refuerza las preocupaciones sobre posibles riesgos para la seguridad nacional debido al mal uso de plataformas de comunicación privadas.
El incidente pone en evidencia la importancia de establecer protocolos estrictos para el manejo de información confidencial. A medida que continúan las investigaciones, surge la necesidad de reevaluar las prácticas actuales y garantizar que solo las personas autorizadas tengan acceso a datos críticos relacionados con operaciones militares.