La reconocida cineasta y escritora Isabel Coixet compartió recientemente en el programa La Ventana de la Cadena Ser una experiencia personal hasta ahora no revelada. Hace nueve años, mientras enfrentaba una serie de desafíos familiares en París, sufrió un derrame cerebral que marcó un punto de inflexión en su vida. A pesar de este incidente, Coixet continuó desarrollando su carrera cinematográfica con éxito, destacándose incluso con películas como "Nadie quiere la noche". Este relato personal pone de manifiesto cómo la inmediatez del tratamiento médico en ese momento crucial fue fundamental para su recuperación.
En medio de una situación familiar complicada, cuando recibió noticias preocupantes sobre su hija y un amigo en París, Isabel Coixet experimentó síntomas inesperados que inicialmente pasaron inadvertidos. En ese instante, mientras transitaba por los pasillos del hospital, notó que sus piernas dejaron de responder a las órdenes de su cerebro. Este episodio breve pero intenso fue solo el principio de lo que pronto identificarían como un ictus. Al encontrarse frente a médicos y tratando de comunicarse, se dio cuenta de que su capacidad lingüística también estaba afectada, señal inequívoca de un problema neurológico.
Sin embargo, la fortuna estuvo de su lado al estar físicamente dentro de un entorno hospitalario. Gracias a la rápida intervención de un profesional médico llamado Chamorro, quien diagnosticó correctamente su condición y actuó sin demora, Coixet pudo recibir atención oportuna. Este caso ejemplifica la importancia de actuar rápidamente ante signos sospechosos de un ictus, algo que podría marcar la diferencia entre una recuperación completa y consecuencias más graves.
El impacto de esta experiencia en la carrera artística de Coixet ha sido significativo, pero no detuvo su creatividad. Tras superar este desafío, continuó produciendo obras destacadas, incluyendo seis largometrajes adicionales, una serie y un cortometraje. Su resiliencia y dedicación son evidentes en cada proyecto posterior, demostrando que incluso frente a adversidades personales, es posible seguir adelante con determinación.
Esta historia subraya la importancia de la conciencia sobre los síntomas de un ictus y la necesidad de buscar ayuda médica inmediata. La valentía de Isabel Coixet al compartir su experiencia sirve como un recordatorio poderoso de cómo enfrentar situaciones difíciles con fortaleza y continuar persiguiendo nuestras pasiones.