La carne de res genera 27 kg de CO2e por cada kilogramo producida, mientras que las verduras locales, como el nopal, el maíz y las calabazas, generan menos de 2 kg de CO2e. En Sonora, donde el consumo de carne es alto, reducir su presencia en el menú navideño puede tener un impacto significativo. Esto nos muestra la importancia de elegir alimentos con una menor huella de carbono y apoyar a las agriculturas locales.
Además, la elección de alimentos locales no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también fomenta la economía local y promueve la biodiversidad. Al comprar productos locales, estamos apoyando a los productores locales y ayudando a mantener la salud del medio ambiente.
En México, el 41% de los alimentos consumidos son importados, lo que aumenta las emisiones por transporte. Esto significa que cada vez que elegimos un alimento importado, estamos aumentando nuestras huellas de carbono y contribuyendo al problema ambiental. En cambio, elegir ingredientes locales no solo reduce esta huella, sino que también nos brinda la oportunidad de probar sabores únicos y autóctonos.
Por ejemplo, las frutas y verduras locales tienen un sabor más intenso y una textura más fresca que los alimentos importados. Además, al comprar productos locales, estamos apoyando a las comunidades locales y promoviendo el desarrollo sostenible.
Según la Secretaría de Medio Ambiente, durante las fiestas decembrinas en México se generan hasta un 30% más de residuos orgánicos que el resto del año. Esto es un problema significativo, ya que los residuos orgánicos pueden generar malos olores, atraer insectos y bacterias, y afectar negativamente al medio ambiente.
Planificar un menú sostenible puede ayudar a minimizar este desperdicio al elegir alimentos que puedan ser utilizados de manera creativa y eficiente. Por ejemplo, podemos utilizar las partes de los alimentos que normalmente se desechan, como las cáscaras de las naranjas o las hojas de las coles, para hacer salsas o aderezos.
Un menú sostenible se basa en tres principios: priorizar ingredientes locales y de temporada, reducir la cantidad de carne y lácteos, y aprovechar al máximo los alimentos para evitar desperdicios. Aquí te presentamos un menú navideño inspirado en ingredientes típicos de Sonora:
Entrada: Crema de Calabaza de Castilla, un plato delicioso hecho con calabazas locales que tiene un sabor dulce y cremoso. Esta entrada es una excelente manera de comenzar la cena navideña de manera saludable y sostenible.
Plato Fuerte: Tamales de Verduras Asadas y Salsa de Chile Colorado, un plato tradicional de Sonora que combina la sabrosidad de las verduras asadas con la picanteza de la salsa de chile. Esta opción es una excelente manera de reducir la cantidad de carne en el menú navideño y promover la salud.
Guarnición: Ensalada de Nopalitos con Frijoles y Queso Fresco, una ensalada fresca y nutritiva que combina las verduras locales del nopal con frijoles y queso fresco. Esta guarnición es una excelente manera de agregar textura y sabor a la cena navideña.
Postre: Buñuelos con Jarabe de Piloncillo, un postre tradicional mexicano que es dulce y sabroso. Esta opción es una excelente manera de terminar la cena navideña de manera deliciosa y sin dañar el planeta.
Si cada familia en Sonora implementara un menú sostenible esta Navidad, podríamos reducir las emisiones de carbono locales relacionadas con el consumo navideño en un 15%. Evitaríamos que cientos de toneladas de residuos orgánicos terminen en los vertederos y contribuiríamos a la preservación de los recursos naturales y la biodiversidad local. Crear una Navidad más verde no solo es posible, sino que puede ser igual de deliciosa y significativa. Con pequeñas acciones podemos cuidar el planeta y disfrutar de una temporada llena de sabor y consciencia ambiental.
Lic. Pamela Ibarra DávilaPresidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C