Durante la Navidad, es común cocinar postres tradicionales. Estas recetas han sido pasadas de generación en generación y siguen siendo una parte esencial de las fiestas. Uno de los más famosos es el tiramisú, una combinación de café y mascarpone que es increíble. También tenemos el arroz con leche, un plato casero que recuerda a la abuela y que tiene un sabor único. Las natillas caseras son otra opción fácil y práctica, ya que se pueden hacer un par de días antes y servirse en formato individual.
El panettone es otro postre tradicional que merece la pena probar. Aunque puede llevar un poco de trabajo, el resultado es digno de las fiestas. Y los profiteroles, llenos de nata y cubiertos de chocolate, son una verdadera maravilla. Son dulces que apasionan y que siempre son un éxito con los más pequeños.
Los dulces navideños son lo más especial de la Navidad. Entre ellos, tenemos los polvorones de almendra, un postre casero que no es tan difícil de hacer y que sorprenderá a tu familia. El gallete de rois es una tarta francesa rellena de crema espectacular, mientras que los almendrados son una galleta clásica que se combina perfectamente con el café.
Las tiras de naranja confitadas son una delicia, aunque llevan un tiempo en prepararse. Y el roscón de reyes es sin duda el dulce navideño preferido de muchos. Aunque solo se hace en Navidad, su sabor y aroma nos encantan.
Como no podía faltar, los dulces con chocolate son una opción irresistible. El chocolate a la taza es muy tradicional en mi casa y se combina perfectamente con los churros caseros. Las fresas bañadas en chocolate son un postre perfecto para terminar la cena, mientras que las trufas de chocolate son fáciles de hacer y muy deliciosas.
El mousse de chocolate es otro postre con chocolate top, con un poco de trabajo pero que vale la pena. Y el coulant de chocolate es el mejor dulce de chocolate que podemos hacer, un mini bizcocho relleno de chocolate que dejará a tus invitados con la boca abierta.