Los ingredientes esenciales para hacer alioli son solo tres: 3 dientes de ajo y 500 ml de aceite de oliva virgen extra. Además, no olvides la sal gorda. Para prepararlo, recomendamos usar un mortero tradicional de color amarillo de cerámica, aunque también puedes hacerlo con una batidora.
El mortero de cerámica es ideal porque resbala muy bien el palo de madera, facilitando la emulsión del ajo y el aceite. Sin embargo, si no tienes un mortero de cerámica, no te preocupes, puedes utilizar cualquier otro utensilio de cocina.
1. Esta receta requiere un poco de trabajo, pero cuando la aprendes, se convierte en muy fácil. Si puedes, pide ayuda para que alguien te eche el aceite gota a gota. Esto es esencial para lograr una emulsión perfecta.
2. Comenzamos pelando y machacando los ajos en el mortero con una pizca de sal gorda. Debes quitar el corazón de los ajos para que la salsa sea más suave. Los ajos machacados deben formar una pasta total, lo que lleva un buen rato.
3. Una vez que tengas la pasta de ajo lista, empieza a agregar poco a poco el aceite de oliva en forma de hilo. El aceite debe ser de buena calidad y, mientras lo agregas, dan muchas vueltas en el mortero.
4. Continúa agregando el aceite de oliva de manera constante hasta que tengas listo el alioli. Esto puede tardar un buen rato, pero el resultado valdrá la pena.
Hay dos recetas tradicionales donde se usa la salsa fácil de alioli. El primero es el arroz a banda, que debe acompañarse de esta salsa para dar un sabor especial. El segundo es las patatas alioli, una de mis recetas preferidas y tapas amadas de los bares.
Preparar el alioli puede ser un poco complicado, pero con la ayuda adecuada, puedes lograr una de las mejores salsas de la gastronomía mediterránea. Si tienes un buen pan tostado, tienes el entrante ideal.